Buena parte de los seguidores de UFC daban por hecho que Cub Swanson ganaría vía nocaut a Frankie Edgar en la pelea estelar de UFC Fight Night 57. Muchos subestimaron la calidad de luchador de Edgar, muchos olvidaron que es el tercer peleador con mayor tiempo dentro del octágono; muchos dejaron a un lado que se trata de un excampeón y que se ha enfrentado a grandes figuras a lo largo de su carrera. Se esperaba un nocaut por parte de un Swanson que venía con una buena racha.
Pero nadie contaba con la astucia de un viejo zorro como Frankie Edgar, quien dominó la pelea de cabo a rabo y, para evitar que lo acusaran de cierto "saint-pierrismo", a falta de cuatro segundos finalizó a un impotente Swanson con un mataleón.
Sorprendió lo de Swanson, poseedor de unos puños muy potentes, quien ni siquiera en ese campo pudo sacarle ventaja a la impecable estrategia de Edgar. Frankie golpeó, se mostró con mucha movilidad, entró y salió con jabs y, gracias a su dominio, tuvo a su merced a Cub, quien no solo fue incapaz de imponer su boxeo, sino también de contrarrestar los takedowns perfectamente llevados a cabo por Edgar.
Al fin y al cabo, a los 4:56 del quinto round, y demostrando que no se conformaba con la decisión a su favor, sometió a un Swanson que fue víctima, en primer lugar, de su rival, y luego, de su propia frustración al ver que no podía hacer nada.
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La lucha de Edgar humilló al striker Swanson (foto de UFC.com). |
Lo que queda para Edgar está claro: pelea por el título, revancha contra José Aldo. El gran signo de pregunta se cierne sobre Swanson, en quien se depositaron enormes esperanzas y no supo estar a la altura. Deberá esperar definiciones en la división, y recién entonces comenzará a vislumbrarse su futuro. Mientras tanto, deberá mirar, aunque le duela, una y mil veces la repetición de esta pelea, para aprender de sus errores y volver pronto a los primeros puestos.
Y a nosotros nos queda sacarnos el sombrero ante una soberbia actuación de un Frankie Edgar al que muchos daban por muerto aun antes de subir al octágono y que, como nunca, dejó en claro su vigencia.
Aquí están los otros resultados de la cartelera principal de UFC Fight Night 57: Edgar vs. Swanson.
· Bobby Green vs. Edson Barboza - Peso liviano: Barboza por decisión unánime (30-27).
Era de suponer que Bobby Green le traería más que un problema a Edson Barboza. Pero no. En verdad, fue el brasileño el que dominó la pelea, aun sin tener una actuación descollante. ¿Por qué? Porque Green parecía estar en otro lado; se dedicó a hacer gestos demostrando que las patadas de Barboza no le dolían, y no mucho más que eso. Recién en el tercer asalto consiguió acortar, apenas, la distancia que le propuso un escurridizo brasileño que, a base de patadas y no mucho más, ganó con facilidad, por decisión unánime: 30-27. Así, además de cortar una racha de ocho victorias consecutivas de su rival, Edson mejoró su récord a 15-2 y seguramente entrará al top ten de la división.
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Barboza tuvo una sólida actuación contra un peligroso rival. ¿Qué sigue para él? (foto de UFC.com). |
Brad Pickett vs. Chico Camus - Peso mosca: Camus por decisión dividida (29-28, 27-30, 29-28).
Chico Camus tuvo su debut en la división mosca ante Brad Pickett. Haciendo gala de un estilo poco ortodoxo, con una gran movilidad de las piernas y entrando y saliendo del ataque por medio de jabs y uppercuts, dejó una buena impresión, aunque en ningún momento él, ni mucho menos su rival, puso en peligro a Pickett. En fin, fue todo más promesa que realización por parte de ambos, lo cual dificultó en cierta medida la actuación de los jueces, que vieron el combate con ojos muy distintos. La decisión dividida (29-28, 27-30, 29-28) para Camus es testimonio de ello. Ahora Chico mejora su registro a 15-5.
· Jared Rosholt vs. Oleksiy Oliynyk - Peso pesado: Oliynyk por nocaut en el primer round.
Oleksiy Oliynyk la estaba pasando muy mal. Porque Rosholt había comenzado la pelea con un gran dominio basado en buenas combinaciones con puños y codos. En más de una ocasión, incluso, dio la sensación de que el norteamericano se llevaría la victoria. Sin embargo, al salir del asedio con un uppercut a la salida de un clinch, Oliynyk demostró que tiene más pegada que su rival. Ya con más distancia y un contendiente que había sentido el impacto, el ruso se animó al intercambio y salió ganando. Un derechazo en la zona de la oreja y un inmediato gancho de zurda pusieron en el piso a Rosholt, quien fue víctima de un potente golpe de martillo que lo dejó noqueado. Ahora Oliynyk mejora su interminable récord a 50-9-1.
· Joseph Benavídez vs. Dustin Ortiz - Peso mosca: Benavídez por decisión unánime (30-27).
Joseph Benavídez comenzó dominando el combate en todos los aspectos: de pie y en el suelo. Porque fue el único capaz de conectar en la pelea de pie ante un Ortiz llamativamente errático; y porque, como si eso no fuera suficiente, consiguió un derribo. En el segundo round Ortiz se mostró con mayor decisión, pero tampoco fue capaz de imponerse ante la velocidad y precisión de Benavídez; apenas logró un derribo que no se tradujo en peligro. El asalto final estuvo marcado por la (desprolija) entereza de Ortiz para seguir yendo adelante y, a modo de respuesta, la precisión de Benavídez para contraatacar y salir mejor parado de cada intercambio. Los jueces vieron como ganador por decisión unánime (30-27) a Benavídez, quien mejora su récord a 21-4 y sigue en el top de la división mosca.
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Benavídez fue demasiado para Ortiz, y le ganó con claridad (foto de UFC.com). |
· Matt Wiman vs. Isaac Vallie-Flagg - Peso liviano: Wiman por decisión unánime (30-27, 30-27. 29-28).
Matt Wiman e Isaac Vallie-Flagg protagonizaron una pelea cuerpo a cuerpo. Ya desde el comienzo se impuso el clinch y, por ende, los codazos y rodillazos. Cerca del fin del primer round Wiman logró llevar a la lona a su rival y estuvo a punto de someterlo con una llave al brazo que Isaac defendió muy bien. En el segundo round fue, en general, un combate similar, aunque con mayor cantidad de intercambios a distancia en los que Vallie-Flagg se mostró más peligroso. De nuevo Wiman pudo ir al suelo y esta vez tomar la espalda de su rival, pero fue incapaz de cerrar el mataleón. El tercer asalto fue una repetición del segundo: Wiman terminó con el control de espalda, pero sin la capacidad de finalizarlo. Las tarjetas dictaminaron que Wiman ganó por decisión (29-28, 29-28, 30-27), y de esta manera amplió su registro a 16-7.