A poco de su próxima pelea, revancha por el título wélter
contra el campeón Robbie Lawler, Rory MacDonald realizó declaraciones de “vieja
escuela” que levantarán polémica.
Bajo la premisa ––y deseo–– de “tener más tiempo para
trabajar en el octágono”, Rory remarcó su gusto por las “peleas largas”, aunque
destacó que no le gusta ir a la decisión de los jueces. ¿Entonces?
La respuesta es clara: MacDonald quiere eliminar el tiempo
de pelea, algo que no ocurre desde el UFC 4, cuando Royce Gracie sometió con un
triángulo a Dan Severn en 15 m
49 s. Su argumento es que, debido al gran nivel de luchadores que hay, en
muchas ocasiones los 15 minutos no son suficientes para definir un combate.
Rory MacDonald, un chico de la old school. |
“Me gustaría eso, sí, soy un purista. Me gustan los
rodillazos y patadas a la cabeza en el suelo, cabezazos… Creo que son buenas
armas del cuerpo humano. Pienso que son importantes”, opinó, y fue más allá en
su explicación: “Esto cambiaría las posiciones drásticamente. En los primeros
días de UFC vimos a Mark Coleman dominar a sus rivales con cabezazos desde la
guardia. Esto cambiaría las posiciones en la guardia. Estar parado frente a tu
oponente caído también cambiaría si se permitieran las patadas a la cabeza. El
concepto, las posiciones que la gente se ha acostumbrado a ver en UFC
cambiarían drásticamente con esas reglas”, insistió, aunque comentó que no
tiene problemas con las reglamentaciones actuales.
¿Qué opinan? ¿Sería un paso adelante o un retroceso volver a adoptar esas reglas de los primeros días de UFC?
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