Este 27 de junio nos esperaba, a
los fanáticos de Argentina, una cita impostergable con nuestro mayor exponente
de las MMA: Santiago Ponzinibbio. El
“Rasta” volvía a subirse al octágono por segunda vez en el año —antes lo hizo
el 22 de febrero, cuando venció por decisión unánime a Sean Strickland— y
cuarta en su carrera dentro de UFC.
Con un récord de 2-1 en la
compañía, pero con dos victorias consecutivas, un buen resultado ante Lorenz Larkin serviría, si no para
meterlo en el top 15 de la categoría wélter, sí al menos para acercarlo mucho.
Santiago y Lorenz ayer, en el pesaje. |
En otra nota hemos analizado las
posibilidades de Santiago contra el inestable Lorenz Larkin, a quien no había
que subestimar, si bien sus últimas presentaciones han estado marcadas por la
inestabilidad. Lo cierto es que en su currículum figuran nombres más que
importantes, lo cual, sin dudas, otorga una experiencia muy valiosa a la hora
de entrar a la jaula.
Duelo parejo de pie, por el poder
en la pegada de ambos, la ecuación podía inclinarse para el lado de Santiago si
el combate se iba al suelo, pues su buen BJJ es superior al de Larkin, quien
viene del boxeo y, por citar una estadística, nunca se ha impuesto por sumisión.
Con el objetivo inmediato de lograr su tercera victoria consecutiva y entrar, o acercarse, al top 15, Ponzinibbio haría su debut en tierras estadounidenses, peleando por primera vez como “visitante”.
Con el objetivo inmediato de lograr su tercera victoria consecutiva y entrar, o acercarse, al top 15, Ponzinibbio haría su debut en tierras estadounidenses, peleando por primera vez como “visitante”.
La pelea
Larkin
empezó muy activo, lanzando golpes variados y con mucha velocidad, en tanto que
Santiago tardó un minuto en largar las manos, con una combinación que pasó
cerca de la cabeza de Larkin. El norteamericano trataba de manejar la distancia
con su jab y buenas patadas frontales y a las piernas del argentino.
Promediando el round, Ponzinibbio se abalanzó sobre Larkin con una combinación
que si bien no impactó, le permitió acortar la distancia. Sin embargo, el
clinch no prosperó. Cuando se separaron, Santiago volvió a insistir con el
intento de derribo, pero no lo consiguió. Larkin respondió con otra buena
patada a la pierna izquierda del Rasta. El primer round terminó con un buen
uppercut de Lorenz, quien sin dudas se llevó el 10-9.
Larkin fue más preciso, potente y versátil en el golpeo. |
En
el segundo asalto, Larkin salió suelto, lanzando patadas, aunque por momentos dándole la
iniciativa a Ponzinibbio. Con el paso de los segundos, el dominio de Lorenz parecía profundizarse, pues conectaba golpes que daban la sensación de lastimar
a Santiago. Sin embargo, el Rasta, mostrando su espíritu guerrero, seguía yendo
adelante e incluso conectó algunos volados de derecha que llevaron peligro. Era notorio, a pesar del esfuerzo y su voluntad, que Santiago estaba tocado por la potencia de Larkin, quien fue
inteligente para dosificar el castigo y esperar el momento justo. En la mitad
del round, Larkin pegó una combinación de ganchos de izquierda con un recto de
derecha. La seguidilla tumbó al argentino, ya muy conmovido. En el piso, Lorenz
fue decidido a definir la pelea, golpeó varias veces, Santiago hizo lo posible
y gastó su última energía para ponerse de pie. Ya no tenía nada que hacer. Al
verlo en tan malas condiciones, Herb Dean detuvo la pelea, decretando el nocaut técnico en el segundo round.
Larkin
fue superior, más preciso y potente que Santiago, quien de nuevo demostró que
tiene un corazón enorme. Aguantó hasta que pudo y, una vez más, dejó bien alta
la bandera argentina.
Seguramente
el argentino tendrá otra oportunidad, porque si bien no ganó, su actitud de ir
al frente en todo momento nos regaló un espectáculo muy atractivo.
Aquí
esperaremos la próxima, para alentarte con todo. ¡Arriba, Santiago!
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