En su última pelea, en la velada de TUF 20 Finale, Daron
Cruickshank recibió dos duros piquetes de ojo de parte de su rival KJ Noons. Y
a pesar de que hasta ese momento iba ganando, Daron, en conjunto con el médico
de UFC, resolvió no seguir.
Producto del piquete, la visión de Daron se nubló y ya no
pudo ver. Al parecer, y según lo que después determinarían estudios más
minuciosos, Cruickshank tomó la decisión correcta. Tras la pelea, el doctor de
UFC declaró que no había visto una lesión similar en sus diez años dentro de la
compañía. Se trataba de un desgarro en uno de los conductos lagrimales de su
ojo izquierdo, un tipo de lesión que el médico solo había experimentado en
accidentes automovilísticos y ataques de perros.
La gravedad de la lesión fue confirmada tras la finalización del combate. |
Luego de la cirugía, y si bien la visión se restableció con
normalidad, su ojo izquierdo ya no podrá lagrimear más. Al menos estará listo
para volver a entrenar en unas tres semanas y para pelear en
febrero o marzo.
Daron quiere una revancha contra Noons, pero cree que él no
aceptará, porque “no tiene chances” de ganarle.
Con respecto al fallo de la pelea, Cruickshank se mostró
crítico. “Los dos piquetes fueron ilegales. ¿Qué habría pasado si me hubiera
dado dos patadas a la zona baja? ¿Sería un no-contest o una victoria? Creo que
debió haber sido una victoria para mí”.
Ahora debemos esperar a su total recuperación y ver si
logrará “vengarse” de KJ Noons.
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