Además de la pelea que robó todas las miradas, había otra no menos interesante en la noche de UFC 189: la que disputarían Robbie Lawler y Rory MacDonald por el título de las 170 libras.
A poco más de un año y medio de su primer enfrentamiento, que ganaría Lawler por decisión dividida, ahora volvían a enfrentarse, pero con el cinturón de por medio. Sería, nada más y nada menos, la primera defensa de título de Lawler, quien venía de arrebatárselo a Johny Hendricks el 6 de diciembre pasado.
Era la oportunidad de que el título de los wélters se mantuviera estable en un dueño, luego del impresionante reinado de Georges Saint-Pierre. ¿Por qué? Porque desde el retiro de GSP, ninguno de los dos campeones —ni Ruthless ni el Barbudo— fueron capaces de defender el cetro más de una vez.
La potencia de Lawler, la técnica de MacDonald… ¿quién se alzaría como campeón al terminar el combate?
La pelea
Rory comenzó con patadas al cuerpo y una buena derecha, pero Robbie respondió con la izquierda. Se tomaron unos segundos para estudiarse en el centro del octágono: MacDonald intentando establecer la distancia con su jab y largando el recto de derecha, y Lawler más expectante. Rory trató de romper la monotonía con un derribo que fue bien defendido por Robbie. La acción finalizaría para ese primer round.
En el segundo asalto, Lawler salió más movedizo, buscando el momento justo para largar su mano izquierda; MacDonald se animó a lanzar más combinaciones, a hacer más sostenidos sus ataques. Además, mostraba mayor versatilidad, pues hacía uso de patadas, y una de ellas impactó en la zona alta del campeón. De a poco se encendió la pelea en el segundo round: los dos empezaron a lanzar e impactar buenos golpes con los puños, aunque parecía que Lawler salía mejor parado. Para colmo, la sangre ya bañaba la cara del retador, que a pesar de ir peor, no se quedaba atrás y seguía tirando puñetazos.
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| Uno de los innumerables y tremendos intercambios que hubo en la pelea. |
El tercer asalto comenzó con un feo corte en la nariz de Rory. De nuevo dispuestos al intercambio, Lawler era no solo más agresivo, sino más potente y peligroso. Cuando MacDonald se jugó por el derribo, encontró muy buena defensa del campeón. A esa altura, por la sumatoria de golpes, la cara de Rory estaba completamente teñida de rojo. sin embargo, el retador encontró en las patadas altas un arma interesante cuando, restando dos minutos, pudo encajar un par en la cabeza de su rival. Con una de esas dejó conmovido a Lawler, cuyas piernas temblaron. Allí Rory se le fue encima para terminarlo, y golpeó con puños, codos y rodillas a un Lawler que se bancó el castigo y fue salvado por la campana.
En el cuarto round, MacDonald no quiso perder tiempo. Otra patada alta tocó al campeón, lo llevó contra las mallas y comenzó a descargar codazos que lastimaron seriamente a Robbie, dejándolo en malas condiciones. Luego, ambos parecieron tomarse un respiro para administrar la energía. Pero a esa altura daba la sensación de que MacDonald llevaba las de ganar. Pero hacia la mitad del round, Lawler mejoró su imagen y consiguió impactar algunos golpes, emparejando las acciones.
El quinto round empezó con ritmo frenético, impuesto sobre todo por Lawler, quien parecía tener más urgencia de finalizar. Y no tardó demasiado, porque luego de unos intercambios, pudo conectar un cruzado de izquierda que impactó en la maltrecha nariz de MacDonald, quien cayó y fue rematado en el suelo.
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| Lawler festeja al defender con éxito su cinturón de las 170 libras. |
Espectacular nocaut para Lawler, quien no solo mejora su récord a 26-10-0, 1NC, sino que defiende el cinturón de las 170 libras por primera vez, en una pelea espectacular, en la que supo recuperarse y sacar adelante un trámite que, por momentos, le fue muy desfavorable. ¡Salud al merecido campeón!
Y para cerrar, una postal de la guerra. ¡Enorme respeto para estos dos guerreros!
