UFC Fight Night 50: Jacaré vs. Mousasi ya terminó y nos ha dejado implicaciones muy
interesantes en cuanto a los combates que deben realizarse y, por qué no, a las
decisiones que tendrían que tomar algunos luchadores.
En
el combate estelar, que reeditaba el que sostuvieron seis años atrás, Jacaré Souza encontró la distancia y
fue mejor no solo en el suelo, sino también en la pelea de pie ante un Gegard Mousasi que lució muy cansado a partir del segundo round. Algo
raro, pues tiene experiencia en sostener largas batallas.
Souza
lo llevó al piso en los tres rounds ––estuvo en posición dominante un 70 por
ciento del tiempo de la pelea–– y, cuando el tercero se acercaba a su fin, al
pudo vencer la resistencia de Gegard, que sucumbió ante una excelente
guillotina. Una demostración de Jiu Jitsu de alto nivel y, a la vez, una
demostración de que Jacaré es ––o debería ser, eso lo dirá Dana–– el próximo
contendiente al título. Ayer dejó más que claro que es cosa seria dentro de la
división.
Jacaré Souza ratificó que está para grandes cosas entre los medianos. |
Sorpresas pesadas
Los
duelos sostenidos entre los pesos pesados dejaron boquiabierto a más de uno. Si
bien sabemos que en esta categoría un solo golpe puede definir las peleas y tal
posibilidad está siempre latente, para uno u otro lado, se esperaba que Alistair Overeem se impusiera sobre Ben Rothwell. Y la lucha comenzó
auspiciosa para el holandés, que parecía conectar todo lo que tiraba. Sin
embargo, un exceso de cambios de guardia que no tuvieron ningún efecto positivo
terminaron dejándolo desacomodado, con su flanco izquierdo libre para que la
derecha de Rothwell se estrellara en su cabeza y decretara el comienzo del
final. Luego un poco de ground and pound y el nocaut. Todo eso en solo 2:19 del
primer round.
Ben Rothwell, el otro gran ganador de la noche. |
Pero
si hablamos de pesados y definiciones rápidas, más sorprendente resultó la de Matt Mitrione, quien le puso freno al
prometedor ascenso de Derrick Lewis.
En el primer intercambio, Mitrione lo cruzó con un tremendo derechazo que
derribó al moreno contra la jaula; de ahí en más, algunos golpes en el suelo y
a casa. Sí, en apenas 41 segundos del primer round.
La vuelta de Lauzon
Sin
dudas, Joe Lauzon ha vivido un año
de lo más complejo: su hijo Joey nació en enero de 2014 y no tardaron en
detectarle cáncer ––conoce más de su historia––; eso
demandó una dedicación casi exclusiva al cuidado de su pequeñito. Demostrando
un espíritu fuerte igual que el de su padre, Joey salió adelante, y con él,
toda su familia. Para completar el cuadro faltaba una victoria de Lauzon. A
pesar de que se enfrentó a Michael
Chiesa, un rival difícil que venía en ascenso, salió victorioso gracias a
la detención del médico, consecuencia de un profundo corte sobre la ceja
derecha.
Joe Lauzon fue otro de los grandes ganadores de la noche. |
Ese
estilo tan atractivo como peligroso, de siempre ir al frente y, claro, recibir
golpes y quedar expuesto, le jugó a favor a Lauzon, que mostró mayor fortaleza
en los intercambios y, tras una buena combinación de golpes a la cabeza y al
cuerpo, conectó un rodillazo que lastimó severamente a Chiesa. Si bien Michael
no estaba noqueado como para salir de la pelea, el médico y el árbitro
prefirieron detener el combate debido a la gravedad del corte. Con esta
victoria, Lauzon anotó con su nombre en UFC con letras doradas.
Así quedó la cara de Chiesa, producto de un rodillazo de Lauzon. |
Resultados de las preliminares
La
primera pelea de UFC Fight Night 50
estuvo protagonizada por Chas Skelly
––quien también pasó a la historia en la compañía–– y Sean Soriano. Chas dominó en la lucha y, no obstante la buena
defensa ante los numerosos intentos de su rival, logró salir victorioso en las
tres tarjetas (30 a
27).
Entre
los pesos pluma, Chris Beal le ganó,
también por decisión unánime (29-28, 29-28, 30-27) al japonés Tateki Matsuda. Por su parte, Rafael Natal venció por decisión
dividida a Chris Camozzi (29-28,
28-29, 29-28), en una pelea que podría haberse ido para cualquier lado y en la
que, a decir verdad, Camozzi finalizó la pelea con una mejor imagen. El
público, descontento con la determinación de los jueces, abucheó el resultado.
Al Iaquinta derrotó a Rodrigo
Damm en lo que fue la primera de una seguidilla ininterrumpida de finalizaciones
para todos los gustos, que levantarían la velada. Fue por nocaut a los 2:41 del
tercer round, tras un interesante dominio de Iaquinta, cuyos movimientos nos
recordaron, en algunos pasajes, a Nick Díaz.
En
la última de las preliminares, John
Moraga, excontendiente al título de los moscas, le ganó por sumisión a Justin Scoggins, vía guillotina, a los
47 segundos del round número dos. Moraga quiere volver a los primeros planos de
la división, y este ha sido un paso más que interesante.
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