A diez días de cumplirse ocho años de la primera pelea entre Gabriel Gonzaga y Mirko Cro Cop, volvían a enfrentarse. Y aunque el calendario marcaba esa fecha como muy lejana, lo cierto es que el choque aún reverberaba en la mente de cada uno de ellos. En la de Gonzaga, porque fue acaso la victoria más importante de su carrera; en la de Cro Cop, porque fue su derrota más recordada, reproducida por miles en cada muestrario de los mejores nocauts y, por si fuera poco, sufrida con su arma predilecta: las patadas a la cabeza.
Y así como ambos la recordaban, también la esperaban: Gonzaga, para reafirmar aquella sorpresiva victoria; Cro Cop, para redimirse. Como puede verse, muchos eran los ingredientes que daban sabor a la previa de esta pelea.
Mirko Cro Cop, ayer, en el pesaje oficial.
Al comienzo de la pelea, dio la sensación de que Cro Cop se encontraba ante un fantasma que volvía desde el pasado para atormentarlo: es que se mostró extremadamente contenido y apenas lanzó golpes; si bien Gonzaga tampoco fue un terremoto, sí se animó a ir adelante y, al menos, ensayar combinaciones. Promediando el primer round, Gonzaga consiguió un derribo y, salvo el instante en que parecía que Cro Cop saldría del apuro, dominó las posiciones en el suelo y amenazó con una llave de talón que no cerró.
En el segundo round la historia parecía cambiar. Mirko encajó un buen izquierdazo y de inmediato descargó su arma preferida: una patada a la cabeza que pasó muy cerca de Gonzaga. Pero la potencia de uno y otro parecía en niveles distintos. Porque cada vez que el brasileño atacaba, daba la impresión de que podía noquear. De nuevo en el suelo, Cro Cop, con la espalda contra la lona, impactó buenos golpes a la cabeza de Gonzaga quien, no obstante, dominaba las posiciones con facilidad, pasando la guardia siempre que se lo proponía y en ocasiones metiendo buenos codazos.
En el tercer round, Gonzaga comenzó a notarse más y más cansado. En un clinch contra las cuerdas, Cro Cop lo alcanzó con un codazo que sería el principio del fin. De allí en adelante, todo sería una tormenta para el brasileño, quien sufriría un demoledor ground and pound, sobre todo por medio de codazos, que lo dejó con un impresionante corte y fuera de la pelea.
Casi ocho años después, al fin llegó la reivindicación para Mirko Cro Cop, que pudo poner a un lado los fantasmas del pasado y vengar la derrota más dura de su carrera. ¿Qué sigue para él? Es adelantarse demasiado. Aunque esta victoria, debemos decirlo, era quizá la única cuenta pendiente en su carrera, y el descanso sea lo mejor para él. De cualquier manera, el legado de Mirko está y estará ahí… por siempre.
· Jimi Manuwa vs. Jan Blachowicz - Peso semipesado: Manuwa por decisión unánime (30-27, 30-27, 29-28).
Manuwa se impuso en un deslucido combate. |
Conscientes del poder noqueador de su rival, ambos se mostraron bastante contenidos al comienzo de la pelea. Con el paso de los minutos, Manuwa comenzó a adelantarse y poner más presión sobre Blachowicz, castigándolo con potentes rodillazos en el clinch. Hacia el final fue Jan quien se envalentonó, animándose a golpear un poco más. En el segundo round, Blachowicz comenzó a conectar con más frecuencia sus temidas patadas al cuerpo. Luego se trenzaban en un clinch poco atractivo que obligó al árbitro a separarlos en varias ocasiones. El tercer round fue más de lo mismo, aunque quizás haya sido Manuwa el que terminó dejando una mejor impresión, pues siempre fue para adelante y tuvo el control en el clinch contra las mallas. Pero nada más. Recién en los últimos diez segundos tuvimos algo de lo que vinimos a buscar. Al final, Manuwa se llevó la decisión unánime, clara a su favor, aunque para nada impresionante. Su registro ahora asciende a 15-1.
· Pawel Pawlak vs. Sheldon Westcott - Peso wélter: Pawlak por decisión unánime (29-28).
Pawlak se impuso ante la presión de Westcott.
Westcott hizo clara su voluntad de llevar el combate al campo de la lucha, aunque encontró buena resistencia de parte de Pawlak. Ante eso, Sheldon se inclinó por el golpeo en el clinch, sobre todo por medio de rodillazos. En el primer intercambio del segundo round, Pawel impactó un tremendo rodillazo en la cabeza de Westcott, que quedó conmovido, pero pudo recuperarse. Y de allí en adelante la pelea volvió a la tónica anterior: clinch contra las mallas, lo que obligó al árbitro a separarlos más de una vez. Cuando se separaban, era claro que la ventaja en el striking estaba del lado de Pawlak, quien terminó dejando una buena imagen en este asalto. En el tercer capítulo salieron dispuestos a poner fin al asunto, y de hecho, se conectaron con duros golpes. Luego Pawlak estableció el dominio en el suelo, donde logró mantener la posición dominante infligir cierto castigo a Westcott. Al final, Pawel se llevó la decisión unánime, y de esta manera mejora su récord a 11-1.
· Joanne Calderwood vs. Maryna Moroz - Peso paja femenino: Moroz por sumisión (llave de brazo) en el primer round.
Moroz sorprendió a todos y sometió a la favorita Calderwood.
Las dos salieron con enorme agresividad, lanzando combinaciones de puños y patadas, aunque Moroz se mostró más precisa. Cuando la distancia entre ambas se cerró, Maryna llevó la pelea al suelo para poner en práctica su especialidad: la llave de brazo. Y así lo hizo, en un excelente debut en UFC. ¿Estaremos en presencia de la nueva Ronda Rousey de las 115 libras? Con un récord de 6-0 y cinco llaves de brazo, quizá sea una rival de temer en la categoría.
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